lunes, 19 de enero de 2015

De políticas culturales







Por: Graziella Pogolotti

indagar acerca de la prehistoria de las políticas culturales sería empresa difícil. Implicaría extrapolar un concepto relativamente reciente al análisis de sociedades estructuradas de manera muy distinta a la perfilada por los tiempos de la modernidad. Mucho tardaron en surgir instituciones oficiales diseñadas para la convergencia de las nociones de política y cultura. La acción de los mecenas, de los grupos filantrópicos, de las sociedades económicas de amigos del país, las tertulias y los salones fueron intentos parciales por llenar un vacío cada vez más palpable. En este como en otros aspectos, la Revolución Francesa marcó un cambio decisivo.

En efecto, el proceso desencadenado por la Toma de la Bastilla derribó los últimos vestigios de los privilegiados feudales, redistribuyó la propiedad de la tierra y proyectó al mundo la legítima aspiración al principio de igualdad entre los hombres. El concepto de patria desplazó el sentido internacional de terruño para asociarse a la idea de la nación. Los Estados Generales, fueron sustituidos por la Asamblea Nacional.

Las obras de arte confiscadas a la monarquía y a la aristocracia emigrada se convirtieron en bienes públicos patrimoniales. Simbólicamente, el Louvre, asiento de los reyes, adquirió la función de museo. Poco a poco la nueva configuración de la sociedad impuso la exigencia de definir políticas educacionales a escala nacional. El estado asumió el diseño de un sistema estructurado desde la escuela primaria hasta la universidad que incluía la formulación de programas de estudio para todos los niveles y la formación de los docentes.

El concepto de cultura maduró con mayor lentitud. En una primera etapa, las políticas se circunscribieron a la protección de los valores patrimoniales. El arte y la literatura pasaron de la dependencia del mecenazgo a la sujeción a un mercado expansivo y proteico, beneficiario de los avances tecnológicos y de las capas medias al libro y a los espectáculos. Los bienes artísticos adquirían valor de cambio y se convertían en mercancías. Tal era la corriente dominante. Pero, la complejidad de la vida conduce al replanteamiento de los problemas.

Valdría la pena emprender un estudio interdisciplinario para descifrar los factores que contribuyeron a modificar el concepto de cultura en sus vínculos con la sociedad. En estos apuntes dispersos, aspiro tan solo a mostrar algunas señales. Debemos al romanticismo la reivindicación de la memoria popular expresa en términos de folklore. La ruptura radical de los lenguajes artísticos por parte de la vanguardia fue un intento infructuoso por librarse de la dictadura del mercado. El protagonismo del diseño industrial acercó valores estéticos a la vida cotidiana. El desarrollo de la antropología introdujo un cambio fundamental de perspectiva, mientras las transformaciones sociales del siglo XX profundizan e intensifican las luchas anticoloniales. Hoy día resulta más claro que nunca el alcance de la manipulación de valores culturales como instrumentos eficaces para la imposición de hegemonías.

Cercana a nosotros y muy influyente en los medios intelectuales y políticos de esta parte del mundo, la revolución mexicana ofreció un temprano ejemplo de elaboración de políticas culturales. La deposición del porfiriato desencadenó fuerzas sociales latentes en lo más profundo de la nación. Pancho Villa y Emiliano Zapata encabezaron las demandas de una revolución agraria. Convocaron, con el apoyo de algunos intelectuales, a los indios y mestizos marginados. Aunque a la postre la mexicana desembocara en una revolución burguesa, la obra emprendida por José Vasconcelos se mantiene como un referente histórico a tener en cuenta. Los muralistas impulsaron el enriquecimiento de un imaginario animado por los rostros que emergían desde abajo. La difusión de la lectura dispuso de bibliotecas y de la publicación masiva de libros a bajo precio. En un empeño democratizador, cultura y educación andaban de la mano.

En su etapa inicial, la revolución de octubre concedió a la lectura atención particular. El estallido coincidió con un momento de intensa creatividad en el arte y el pensamiento rusos. A la jerarquía conquistada por la literatura desde el siglo XIX, se añadía un despertar de las artes plásticas que la colocaba en la vanguardia de la avanzada europea, la visión renovadora de la arquitectura, un desarrollo de la lingüística con repercusiones incalculables y la aparición de figuras que transformarían los estudios literarios. Algo similar estaba surgiendo en el campo del teatro y el cine.

Muy pronto, las contradicciones ideológicas oscurecerían las relaciones entre política y cultura. Fue, al principio, un debate abierto. Algunas voces adoptaron posiciones extremas al modo proletkult y de la negación de toda herencia literaria carente de perspectiva marxista. Lenin tuvo que intervenir con su conocido textoTolstoy, espejo de la revolución rusa. El afianzamiento del stalinismo convirtió en doctrina del Partido y del Estado una postura estética bautizada “realismo socialista” que impuso un modo de escribir, de pintar y de componer música, estableció una censura estricta basada en lecturas ideológicas primarias y sometió a juicios políticos a escritores y artistas llevados a la muerte y al confinamiento en campos de concentración.

Un trágico malentendido quebrantó los cimientos de una verdadera política cultural socialista. El punto de partida se encontraba en concepciones periclitadas de la creación artístico-literaria, considerada reflejo directo de una realidad entendida en términos metafísicos. Se confundió arte con propaganda. Se reclamó un didactismo elemental, directo y aleccionador, formulado desde un deber ser en evidente contradicción con el propósito realista.

Restringir el término de cultura a la idea decimonónica asociada a las bellas artes y a las bellas letras ocultaba las complejas ramificaciones de los nexos con la sociedad. Las consecuencias repercutieron a largo plazo y constituyen un factor a considerar en el derrumbe del sistema. El desdén por los estudios antropológicos, la delimitación de la cultura popular a un folclor detenido en el tiempo, la escasa atención al desarrollo de los media y el debilitamiento del instrumental analítico de la dialéctica en la percepción de los fenómenos históricos, cerraron el horizonte a las expectativas de vida de inspiración socialista. De esa manera, las políticas culturales se circunscribieron a la aplicación de una lectura política, al margen de la verdadera naturaleza de la producción artística.

La contradicción fundamental del mundo contemporáneo se define entre un poder financiero transnacionalizado sostenido por un pensamiento neoliberal que permea todas las esferas de la vida y la defensa de proyectos sociales orientados al pleno desarrollo del ser humano. En el primer caso, se anula e instrumentaliza la persona. En el otro, se impulsa la desalienación del individuo, el respeto a la naturaleza y a la diversidad de las culturas. Son dos concepciones del mundo y de la vida irremediablemente antagónicas. En esta lucha, la subjetividad desempeña un papel decisivo. Es el contexto que constituye el referente básico para el diseño de las políticas culturales. Seguiré abordando el tema en próximos trabajos.

II

Los cambios producidos en la economía y en la sociedad moderna, la necesidad de apuntalar los estados nacionales en lo concerniente a principios de soberanía y la aparición de conceptos de desarrollo humano, impulsaron la paulatina formulación de políticas culturales. Esta necesidad se hizo más palpable en los años que sucedieron a la última posguerra. La creación de la UNESCO, con el propósito de entrelazar educación, ciencia y cultura fue una clara señal de los nuevos tiempos. Un organismo internacional institucionalizaba el compromiso y la responsabilidad de los gobiernos en asuntos estratégicos de largo alcance. Se ratificaba así la voluntad política enunciada en distintos países con el establecimiento de dependencias oficiales de variada jerarquía destinadas a la puesta en práctica de acciones que contribuyeron a la difusión de la cultura. En América Latina, el modelo diseñado por la Revolución mexicana despertó aspiraciones y expectativas en la comunidad intelectual. En la Europa de posguerra, el general Charles de Gaulle colocaba al reconocidísimo escritor André Malraux al frente del Ministerio de Cultura.

José María Chacón y Calvo, un prestigioso investigador literario, se encargó en Cuba de la dirección de cultura del Ministerio de Educación, allá por los treinta del pasado siglo. Disponía apenas de un magro presupuesto que invirtió en la publicación de libros modestos. Inició con ello el rescate de autores cubanos del siglo XIX conservados en archivos y bibliotecas a los cuales accedían tan solo unos pocos especialistas. Un prólogo didáctico, los destinaba a un círculo mayor de lectores, formado por intelectuales y profesores de segunda enseñanza. Para los artistas plásticos, estableció un premio que contribuyó a legitimar a los de la primera vanguardia.

Se debe a Raúl Roa el proyecto de mayor envergadura ejecutado durante la República Neocolonial. Entre sus líneas directrices se contaban la democratización de la cultura, la apertura a las nuevas generaciones y la articulación de tradición y modernidad. Las ferias del libro en el Parque Central de la Habana despertaban el interés de hombres y mujeres procedentes de los sectores más humildes de la ciudad. La instalación de una muy polémica caseta dio espacio a exposiciones y a pequeños espectáculos teatrales. Integradas por jóvenes, las misiones culturales recorrieron el país. Rescató las obras de Pablo de la Torriente Brau y de José Z. Tallet. Inició una serie de libros dedicada a la obra de los pintores cubanos. El cuaderno de Fernando Ortiz sobre Wifredo Lam y el de José Lezama Lima sobre Arístides Fernández siguen siendo hoy referencia obligada. El paso de Roa por la dirección de cultura fue efímero, como consecuencia del panorama político de la época. Sin embargo, estableció pautas que apuntaban hacia el futuro.

Ante la insuficiencia y asistematicidad de las políticas gubernamentales, algunas instituciones intentaron proveer débiles paliativos. La Universidad de la Habana lo hizo desde su departamento de extensión universitaria, que dejó huellas en la publicación de clásicos del pensamiento cubano del siglo XIX y en el auspicio del Teatro Universitario. La tardía aparición de las universidades de Oriente y de Las Villas favoreció proyectos extensionistas con rasgos específicos. De las asociaciones que integraban una precaria sociedad civil dimanaron empeños por llenar el vacío existente. Pro-Arte Musical auspició para sus miembros conciertos de música clásica y propició el nacimiento de una escuela de ballet en Cuba.

Correspondió a una institución femenina, el Lyceum y el Lawn Tennis Club, emprender la labor de mayor peso en el auspicio de la cultura cubana. Abierta a los más prominentes intelectuales cubanos y a los de otros países que visitaban la isla, ofreció ciclos de conferencias memorables. Por su sala de exposiciones desfiló lo mejor de la vanguardia. Los renovadores de la música encontraron un ámbito acogedor. Su biblioteca circulante se enriquecía de las obras literarias más recientes. Sostenida por su membresía, sus acciones se volcaron hacia el bien público. En cierto sentido, tomó el relevo de la Hispano-cubana de Cultura. Animado por un compromiso político más definido, Nuestro Tiempo agrupó a jóvenes escritores y artistas. Sus distintas secciones —literatura, artes plásticas, música, teatro y cine— esbozaron programas que habrían de desarrollarse con mayor amplitud después del Triunfo de la Revolución. Era evidente, sin embargo, que estas iniciativas generosas proporcionaban escaso oxígeno a círculos limitados de la capital y de algunas ciudades de las provincias. El problema en su conjunto tenía que asumirse por una política gubernamental coherente, capaz de ofrecer respuesta a las necesidades de infraestructura técnica, al desamparo de las grandes mayorías y al abandono en que sobrevivían, bordeando la miseria, los artistas.

III

Con el triunfo de la Revolución Cubana, los artistas y escritores manifestaron su apoyo irrestricto. La prensa y las revistas culturales de la época reflejan la aspiración generalizada de obtener el necesario apoyo gubernamental para el establecimiento de instituciones destinadas a auspiciar las distintas expresiones del arte y la literatura, lo que garantizaría también la paulatina profesionalización del sector, condenado hasta entonces a desempeñarse en menesteres ajenos a su vocación.

Innecesario parece reiterar aquí el relato de la considerable lista de instituciones fundadas a partir del ’59, comenzando por el ICAIC, impensable hasta entonces. Pocos perciben que las nuevas estructuras organizativas y de producción dieron lugar a la aparición de oficios, técnicas y especialidades existentes antes en alguna medida de manera larvaria. Este tejido de nuevos actores intervino en los procesos creativos y en tanto mediadores en la difusión de la cultura. La práctica impuso una realidad, previa a la formulación explícita de lineamientos de política cultural. Factores de distinta naturaleza, entre los cuales la censura aplicada al documental PM fue tan solo un detonante, condicionaron el diálogo de Fidel con los escritores y artistas clausurado con sus Palabras a los intelectuales.

Transcurrido más de medio siglo desde aquel acontecimiento memorable, vale la pena intentar una relectura de sus contextos. La coyuntura y el texto han sido reducidos por intérpretes del amplio y contradictorio espectro político al posicionamiento en torno a la libertad de creación. En el contexto de la época, los participantes estábamos movidos por preocupaciones de esa índole. Pero, cuidado con los conceptos abstractos. Todos convergíamos en el propósito de defender la Revolución, fresca todavía la invasión de Playa Girón que, en más de un sentido, definió los campos. La defensa del país contribuyó a unir dos tradiciones de pensamiento. La aspiración socialista y la antigua matriz nacionalista. Muchos, los conocía personalmente, reclamaron en ese momento su derecho a vestir el uniforme miliciano. El debate se centraba, en realidad, en el fantasma del realismo socialista.

La controversia política, al margen de un análisis conceptual responsable, ha conducido a extrapolar la esencia de la polémica sin tener en cuenta los rasgos específicos del proceso cubano y a minimizar la reflexión yacente en el sustrato de Palabras a los intelectuales. 1961 fue el año de Girón y también el de la Campaña de Alfabetización. Política educacional y política cultural derivaban de un tronco común: devolver al pueblo los derechos siempre conculcados. El lema de la campaña afirmaba, en cita de Fidel: “La Revolución no te dice cree, la Revolución te dice lee”. La perspectiva emancipadora convocaba a construir un juicio propio.

El logro sin precedentes de alfabetizar a toda la población en un año pudo realizarse echando a un lado tecnicismos para promover una amplia movilización popular. En los inicios, fueron hombres y mujeres de buena voluntad y luego millares de adolescentes que dejaron sus hogares para convivir con familias campesinas en lugares recónditos. El propósito instructivo devino una acción cultural de hondas repercusiones. Era el reconocimiento mutuo entre dos universos distantes, existentes en una misma isla.

Incluir la dimensión cultural, junto al deporte, la educación, la salud y el empleo entre los derechos ciudadanos y proyectar su democratización formaba parte de las tendencias más avanzadas del pensamiento a mediados del siglo XX, asociado también a la reactividad, a la renovación de los movimientos anticolonialistas. Por citar tan solo un ejemplo de amplia resonancia, Frantz Fanon subrayaba el aspecto subjetivo, por ende cultural, del problema. Implementar el modo de hacerlo resultaba en extremo complejo, dadas las carencias en una adecuada articulación teórica que rompiera la compartimentación existente entre las más refinadas expresiones de la creación artístico-literaria, la vertiente popular y la cultura entendida como experiencia humana. Los nexos entre cultura y sociedad, centrados en las posibles lecturas ideológicas de los textos por funcionarios que subestiman el sentir popular, enmascaraba la interacción dialéctica entre los distintos ámbitos.

Circunscribir el concepto de cultura a la creación artístico-literaria determina la orientación de las instituciones a políticas de difusión que alcanzan las mayorías en el territorio nacional. La Editorial Nacional publicó grandes tiradas a bajo costo, el ICAIC implementó el cine móvil para las zonas campesinas, se fomentaron colectivos teatrales en todas las provincias, creció el número de galerías, la música sinfónica y el movimiento coral recibieron amplio respaldo. La tradición de estudios etnológicos, heredada de la república favoreció el rescate y la legitimación del folclore. No se contaba, sin embargo, con investigaciones que abordaran la compleja realidad de la cultura popular viviente, incluidos sus rasgos específicos, con su entramado de tradición, creatividad artesanal colectiva con su sustrato lúdico y participativo. El primer atlas de la cultura popular tradicional se elaboró en los años ’80. Poco difundido por las restricciones económicas de la crisis de los ’90, su repercusión fue muy limitada. Este vacío propició errores en la conducción de estos procesos que contribuyeron a dar forma a acontecimientos de tanta significación como los carnavales.

La voluntad democratizadora tuvo resultados tangibles significativos en la difusión de altos valores culturales y en la organización de un sólido sistema de enseñanza artística que incorporó a los claustros a los maestros de la vanguardia en todas las manifestaciones y rescató jóvenes talentos procedentes, en su gran mayoría, de los estratos sociales más humildes. La proyección instructiva del programa se tradujo en el estímulo al desarrollo del movimiento de aficionados como vía fundamental de participación popular. Teniendo en cuenta coordenadas similares a las validadas por la exitosa campaña de alfabetización, se concibió una idea de alcance masivo mediante la rápida preparación de instructores con el auspicio de los sindicatos, las universidades, las organizaciones campesinas y las fuerzas armadas, algo semejante a lo implementado por los países socialistas. La práctica reveló los problemas subyacentes. Los aficionados reprodujeron los modelos establecidos por el arte profesional sin dar cauce a sus formas expresivas propias. A la larga, se impuso la rutina. En la mayor parte de las organizaciones implicadas, los festivales devinieron metas a cumplir, sujetas a la improvisación de última hora. Era una marca de la época, el costo a pagar por la escasez de estudios culturales profundos en lo teórico y en la indispensables investigaciones de campo, complementados con la debilidad de los trabajos antropológicos en sus aspectos sociales y culturales.

Sin embargo, el resultado de la implementación de una política cultural con respaldo gubernamental se tradujo en el crecimiento de los niveles educacionales, en la expansión de una inmensa vida cultural y en el surgimiento de generaciones de artistas muy calificados que modelaron el panorama creativo de la época. No es mi intención retomar aquí una historia de medio siglo. La he esbozado en otras ocasiones. Ahora, mis apuntes pretenden formular, con estos antecedentes, algunas ideas que contribuyan al debate contemporáneo sobre políticas culturales en el contexto de la globalización neoliberal.

(Publicado originalmente en tres partes en el portal Cubarte)







Fuente: RT @VicenteFeliuDe políticas culturales. URL: http://goo.gl/M14lSr.

Los jóvenes... más vulnerables que nunca y ¡no lo saben!



Tres factores: mayor longevidad, edades más tempranas de retiro y menores tasas de rendimiento, producirán que nuestros jóvenes actuales se enfrenten a una situación a la que ninguna de las generaciones anteriores se había enfrentado antes en la historia: no recibirán una pensión que les permita vivir dignamente. Entérate.

 

Imagina lo terrible que se siente ser despedido de tu empleo. Quizá ya lo has vivido o tal vez no, pero lo cierto es que eso es algo durísimo. No sólo es el dolor asociado al rechazo, el miedo al futuro, la incertidumbre por lo económico; también tiene que ver con las ideas que te atormentan: “¿No fui lo suficientemente bueno? ¿Conseguiré trabajo pronto? ¿Y si no consigo nada?” Es algo realmente abrumador.

Ahora piensa que te dijeran: “No sólo estás perdiendo tu empleo, sino que además, durante los próximos 20 años ya no vas a poder conseguir un trabajo similar”. ¿Te imaginas lo tremendamente duro que esto podría significar para alguien? Pues esto sucede todos los días; se llama: jubilación.

Cuando te jubilas, te quedas sin actividad laboral y por lo general, no podrás conseguir una nueva nunca más, por lo menos no una del mismo nivel. ¿Qué hacen entonces las personas que se jubilan? Muchas dependen de sus hijos y otras tienen que seguir trabajando (cuando en realidad ya deberían estar disfrutando), aunque sea en un empleo menor o en alguno o varios oficios.

Sin embargo, todos los empleados del sector privado recibirán el apoyo que brinda la pensión del Seguro Social y eso ayuda bastante…o por lo menos, por ahora.

Por lo general, las personas que hoy están “en sus 40’s” (es decir, que tienen 40 o más años de edad) cuando se jubilen tendrán derecho a una pensión mensual, cuyo monto máximo podría alcanzar hasta los 45,000 pesos aproximadamente*. ¿Nada mal verdad?

Sin embargo, los que hoy están “en sus 30’s” (es decir, que tienen de 30 a 39 años de edad) cuando se jubilen tendrán derecho a recibir una renta vitalicia que será de un máximo de quizá solamente 25,000 pesos*. Por supuesto, este dato es estimado y el valor real dependerá de los años de ahorro, del rendimiento obtenido, de las comisiones que se paguen en el Afore, etc. La razón de que este grupo reciba menos que el anterior, se debe a que ya no tendrán derecho a la Ley anterior del Seguro Social (Ley 1973), su beneficio provendrá de la Afore en la que estén inscritos y por lo tanto, su pensión no se calculará con una fórmula matemática que garantizaba cierto monto; el beneficio ahora dependerá del saldo que se logre acumular.

Por último, las personas que hoy están “en sus 20’s” (es decir, que tienen de 20 a 29 años de edad) recibirá un beneficio máximo que será todavía menor, pues irá desde los 4,000 pesos[i] hasta quizá los 9,000, en lugar de los 45,000 que recibirá la generación que está en sus 40’s o los 25,000 que recibirá la generación que está en sus 30’s. ¿Por qué los más jóvenes recibirán un beneficio tan diferente? Pues porque en primer lugar, ellos tampoco tendrán derecho a la Ley anterior del Seguro Social (Ley 1973) y su beneficio también provendrá del saldo que acumulen en su Afore, pero en segundo lugar y más importante aún: las condiciones han cambiado para las generaciones que hoy están comenzando a trabajar.

¿Qué condiciones cambiaron? Primero, las nuevas generaciones vivirán más años gracias a todos los avances médicos y tecnológicos. Entre más años viva una persona, menor es el monto de la renta vitalicia que recibirá, pues el mismo monto que acumuló en su Afore, se repartirá entre más años de vida.

Segundo, aparentemente se está generando una tendencia en el mercado laboral de ejercer el retiro anticipadamente. Las edades de jubilación de los planes privados han ido disminuyendo: hace 10 años la edad temprana de retiro más común era de 60 años; actualmente esta edad es de 55 años y la tendencia es llegar hasta 50, en una buena parte de los esquemas privados. Esto tiene un doble efecto negativo: entre más temprano te retires, menos tiempo tienes para ahorrar y al mismo tiempo tendrás más años de gasto, por lo cual, el beneficio mensual será menor.

Y finalmente y no menos importante: las tasas de rendimiento siguen en niveles relativamente bajos. Cuando nacieron las Afores, las tasas promedio estaban en niveles de alrededor del 20%, actualmente han disminuido a niveles de 6 o 7%. A menores tasas de rendimiento, menores ahorros y por lo tanto, menor beneficio.

Estos tres factores (mayor longevidad, edades más tempranas de retiro y menores tasas de rendimiento) producirán que nuestros jóvenes actuales se enfrenten a una situación a la que ninguna de las generaciones anteriores se había enfrentado antes en la historia de nuestro país.

Si estás en tus 20’s, no creas que cuando te jubiles vas a recibir un monto similar al que recibió tu abuelo o al que estarán recibiendo tus padres. Tú vas a recibir una cantidad muy inferior a la que ellos recibieron o recibirán. Y esa cantidad también será muy inferior a la que estabas acostumbrado a recibir estando activo mediante tu sueldo.

Todos los jóvenes deberían saber esto. La buena noticia es que las personas jóvenes tienen toda su vida por delante para prepararse para este tema, pueden resolverlo si toman acción, pero primero tienen que saberlo y creo que muy pocos lo saben. Lo primero es tomar conciencia.

 

 

Contacto:

Correo: arturo.luna@mercer.com


Fuente: Arturo Luna. Los jóvenes… más vulnerables que nunca y ¡no lo saben! En: Forbes México. URL: http://goo.gl/Xyrgbe ACTIVA. 19 de  enero 2015 




viernes, 16 de enero de 2015

PROCESO DE FORTALECIMIENTO PARA LA PARTICIPACIÓN SOCIAL


                                         


Como parte de los  trabajos  para  fortalecer procesos de incidencia en grupos, colectivos y personas que impulsan la Agenda de  Derechos  Humanos, La Cima Cultura en derechos humanos, Mujer_es: Laboratorio de comunicación y salud integral comunitaria y el área de  participación política de AJUV1121,  realizan  un proceso donde  se  desarrollarán rutas de  transversalidad  desde  Enfoques  Integrados en Derechos Humanos. 

El espacio busca, que desde la Memoria,  se generen procesos de diálogo, reflexión e intercambio en base al análisis/aplicación de enfoques y perspectivas de Género, Juventudes, Inter-multi-transdisciplina, Multicultural, intergeneracional, Glocal, Prevención, entre otros, para reforzar y crear nuevos conocimientos, herramientas, desarrollar estrategias y articulaciones que fortalezcan la participación en diversos temas de interés social. Para ello nos reuniremos los...



Sábados de enero a marzo de 2015

de 

12 a  14 horas 

en  el 

MUSEO CASA DE LA MEMORIA INDÓMITA

FORO-CAFÉ

Regina 66, Colonia Centro. Delegación Cuauhtémoc. CP 06000




PROGRAMA GENERAL




SESIÓN 1. INFORMACIÓN E INTERNET. TRANSFORMANDO NUESTROS HÁBITOS.
 IMPARTE: ANDRÉS GARIBAY.  @colaborativomx / Rancho Electrónico

MARCO GENERAL. 


2. SEGURIDAD DIGITAL. I


3. SEGURIDAD DIGITAL. II. RESPALDO Y CIFRADO.  COMUNICACIONES Y REDES.


4. INTERNET. NAVEGACIÓN Y SEGURIDAD.


SESIÓN 5. DIVULGACIÓN. ESTRATEGIAS DE COMUNICACIÓN. LENGUAJE,  CONTENIDOS, ESTRATEGIA.
IMPARTE: ROSA SALAZAR. @lacimamx



SESIÓN 6. SÁBADO 31 DE ENERO. 2015. DOCUMENTACIÓN EN CASOS DE VIOLACIÓN A DERECHOS HUMANOS
IMPARTE: AARÓN HERNÁNDEZ. CENTRO DE DERECHOS HUMANOS FRAY FRANCISCO DE VITORIA. O.P. A.C. 






SESIÓN 7. SÁBADO 7 DE FEBRERO.  TALLER: TRANSVERSALIDAD. ENFOQUE DE DERECHOS HUMANOS EN POLÍTICAS PÚBLICAS. I . 
IMPARTE: ALEJANDRA ROJAS.
Consultora en  materia de  políticas públicas de derechos humanos y discriminación. 
De: Diversidad, equidad social y democracia. DESYDE A.C.





  SESIÓN 8. SÁBADO 14 DE FEBRERO.   SÁBADO 14 DE FEBRERO.  TALLER: TRANSVERSALIDAD. ENFOQUES INTEGRADOS EN DERECHOS HUMANOS. 
IMPARTE: ROSA  SALAZAR @lacimamx





SESIÓN 9. SÁBADO 28 DE FEBRERO. TALLER: TRANSVERSALIDAD. ENFOQUE DE DERECHOS HUMANOS EN POLÍTICAS PÚBLICAS. I I

IMPARTE: ALEJANDRA ROJAS. 
Consultora en  materia de  políticas públicas de derechos humanos y discriminación. 
De: Diversidad, equidad social y democracia. DESYDE A.C.



SESIÓN 10. SÁBADO 7 DE MARZO. CIBERADVOCACY. MEMORIA: INICIATIVAS SOCIALES Y COMUNICACIÓN

IMPARTE: FRANCISCO JIMÉNEZ. FUNDADOR DE LA KE-HUELGA RADIO















DOCUMENTACIÓN. HERRAMIENTAS PARA LA MEMORIA.
IMPARTE: COLECTIVO TEQUIO. 








SESIÓN 11. SÁBADO 7 DE MARZO.  MEMORIA:  DERECHOS HUMANOS - DESCA - ARTES

IMPARTE: ALFREDO CORIA. FOTÓGRAFO.






SESIÓN 12. SÁBADO 14 DE MARZO.  De 14-16 hrs. 

TRANSVERSALIDAD. ENFOQUE DE DERECHOS HUMANOS EN POLÍTICAS PÚBLICAS. III

IMPARTE:
 ALEJANDRA ROJAS. 
Consultora en  materia de  políticas públicas de derechos humanos y discriminación. 
De: Diversidad, equidad social y democracia. DESYDE A.C.


Foto: Daniel  Rocha



SESIÓN 13. SÁBADO 21 DE MARZO.  De 13-15 hrs. 
Sede  por  confirmar.
TRANSVERSALIDAD. ENFOQUE DE DERECHOS HUMANOS EN POLÍTICAS PÚBLICAS IV.  TRANSPARENCIA Y RENDICIÓN DE CUENTAS PARA LA PARTICIPACIÓN SOCIAL.

IMPARTE:

 ALEJANDRA ROJAS. 
Consultora en  materia de  políticas públicas de derechos humanos y discriminación. 
De: Diversidad, equidad social y democracia. DESYDE A.C.




SESIÓN 14. SÁBADO 28 DE MARZO.  De 13-15 hrs.
Sede por  confirmar

CIBERADVOCACY
"MUJERES, IDENTIDAD EN MOVIMIENTO"COMUNICACIÓN/TIC Y DERECHOS HUMANOS. NODOS Y ESTRATEGIAS.
DDHH > DESCA - GÉNERO en REDES SOCIALES FÍSICAS  Y  EN INTERNET.   


IMPARTE: 
Cultura en derechos humanos @lacimamx, Agenda social y  política para las  y los  jóvenes @ajuv1121.



PROCESO DE FORTALECIMIENTO PARA LA PARTICIPACIÓN SOCIAL ES COORDINADO POR:
  
ROSA  SALAZAR 
LA CIMA. CULTURA EN  DERECHOS HUMANOS.
AGENDA  SOCIAL  Y  POLÍTICA  PARA LAS  Y LOS  JÓVENES. AJUV11-21


AGRADECEMOS EL APOYO BRINDADO POR:

MUSEO CASA DE LA MEMORIA INDÓMITA. FORO-CAFÉ
ALEJANDRA  ROJAS
COLECTIVO  TEQUIO








Próximo inicio de proceso: 4  de abril de  2015


PROCESOS DE FORTALECIMIENTO A LA PARTICIPACIÓN SOCIAL DE: JUVENTUDES (INTERGENERACIONAL)  

INFORMES:

@lacimamx.




    




miércoles, 14 de enero de 2015

El género en la comunicación


Comparto esta interesante  entrevista de  donde  resalto  la  importancia  de  generar proceso  de  autorregulación en materia de  comunicaciones e  incidencias en procesos  de participación de mujeres para  el fortalecimiento de la agenda  feminista... 

@lacimamx 



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Sociedad  |  Lunes, 12 de enero de 2015
Entrevista a una especialista del Monitoreo Mundial de Medios

Por Sonia Santoro

Página/12 En Perú

Desde Lima



“La gran política tiene que ser la educación en lectura crítica de medios.” De esta forma sintetizó Sandra López, experta en medios y género, la estrategia básica a implementar por los Estados para lograr medios más igualitarios y por ende más democráticos. En el marco del Seminario Regional “El derecho a la comunicación con enfoque de género en la agenda de desarrollo post-2015”, llevado adelante por una organización internacional en Lima, Perú, López habló con Página/12 sobre medios, género y políticas comunicacionales.
Sandra López es profesora en Lengua y literatura con maestría en Antropología y en ambiente de Ecuador. Trabaja en la organización Gamma (Grupo de Apoyo al Movimiento de Mujeres del Azuay, provincia de Ecuador) por una vida libre de violencias, y desde hace 20 años lucha por cambiar los imaginarios sociales que sostienen la discriminación. O mejor dicho, las discriminaciones.
López es la coordinadora regional del Monitoreo Mundial de Medios. Desde ese rol está organizando ya las estrategias para concretar este año el Monitoreo Global de Medios que lleva adelante la Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana (WACC), una ONG que viene trabajando hace 50 años en esta línea. Y que cada cinco años, y siguiendo con las pautas trazadas en la Conferencia de la Mujer de Beijing (1995), registra y analiza cómo los medios de comunicación tratan a las mujeres en más de cien países de todo el mundo.
López explica el origen de los monitoreos. Surgen, dice, “con la pregunta de conocer qué está pasando en las bases del machismo, en las bases que sostienen la discriminación contra las mujeres. Se vio que los medios de comunicación son una de las grandes instituciones sociales, así como la familia, la religión, la educación. Pero los medios de comunicación con una gran capacidad de llegada, y por el tiempo que permanecen en relación con las personas, son como el espacio social privilegiado donde se reproducen los estereotipos de género”.
“Un grupo de feministas pensó en analizar qué está pasando, porque una cosa es ver por intuición o saber percibir una frase o una imagen sexista en un medio, pero otra cosa es tener datos más objetivos, que se puedan manejar para difundir, para hacer capacitaciones y también para presentar evidencia, para que no sea solamente una opinión sin fundamento”, relata.
Así surgió el monitoreo como una investigación transversal, en un día y un momento determinados (este año tendrá lugar entre marzo y abril), que invita a participar a cuantos países quieran sumarse.
En el primer monitoreo observaron que “los resultados eran alarmantes. Si la intuición nos decía que había sexismo en los medios, el primer monitoreo mundial demostró que es más que sexismo, que la invisibilización de las mujeres era altísima, que casi no había presencia de mujeres reporteras, de editorialistas –dijo López–. Que cuando se hablaba de las mujeres estábamos en la farándula o en los concursos de belleza, estábamos sufriendo por la pobreza o por la violencia, que nunca estábamos haciendo análisis económico, político. Entonces con esos datos se vio que era necesario hacer seguimientos. Y se hacen cada cinco años para hacer seguimiento y también para hacer incidencia”.

–¿Qué cambió en estos 20 años?

–Ha cambiado ligeramente la representación de las mujeres en los medios, ha aumentado. A partir de la cumbre de Beijing del ‘95 que implicaba también algunos compromisos de los gobiernos, por ejemplo, cambió la participación política de las mujeres, con lo que hay una mayor visibilidad también. Entonces hay mayor participación política, hay mayor cantidad de mujeres en cargos, presidentas, en asambleas; eso hace que suba un poco el número de mujeres en la representación. Sin embargo, temas como análisis políticos siguen con casi nula participación de las mujeres. Hay que decir que se hace en más de cien países y que no importa el sistema político, si el sistema es de derecha o de izquierda: la representación en los medios es baja; no importa si es religión islámica o católica: en la mayor parte de los países la representación de las mujeres no cambia; no importa si es un país industrializado o no. Entonces eso nos da pautas para hacer ya un quinto Monitoreo Mundial de Medios en 2015, primero para analizar los cambios que se están dando. Y después para trazar estrategias de mayor incidencia que permitan lograr cambios más rápidamente, porque en 20 años son muy lentos los cambios.

–¿Cuáles son los retos para este monitoreo?

–Queremos integrar a más países. Además queremos integrar medios digitales y redes sociales; monitorear Twitter, por ejemplo.

–¿Cuántos países participan de la región?

–De Sudamérica prácticamente están todos y de Centroamérica sólo falta contacto en Honduras. En el Caribe hay poca organización, así que aprovechamos a invitar a organizaciones de esos países para que se contacten.

–El monitoreo coincide con la Conferencia Beijing+20. ¿Cómo puede incidir este trabajo en lo que suceda allí, dónde se van a revisar las recomendaciones de 1995 en materia de comunicación?

–Desde el monitoreo anterior, la WACC logró posicionarse como una de las voces privilegiadas frente a Naciones Unidas en temas de comunicación y género. Ya Naciones Unidas adopta el monitoreo mundial para la estrategia de incidencia. Entonces ahora hacia Beijing+20 los datos van a servir para sustentar sobre todo la esfera número 10, que es la relacionada con medios de comunicación, imaginarios sociales, estereotipos de género, derecho a la comunicación. Pero además está la Cumbre Post-15 por los Objetivos del Desarrollo del Milenio, que también viene el año próximo. Entonces yo pienso que es un tiempo de incidencia fuerte. Después de 20 años se ha logrado entrar en espacios más estratégicos y creo que ya hay una voluntad de los Estados que, ya sea porque se ven obligados o porque reciben demasiadas críticas, no les queda más remedio que meterse a ver qué hacen con este tipo de problemática y qué van a hacer frente a esos objetivos.
Así que yo creo que el escenario mundial es interesante. Los datos van a llegar a donde deben llegar y van a enriquecer la elaboración, la redefinición, la nueva elaboración de objetivos en ambas cumbres.

–¿Qué hace falta cambiar para lograr una comunicación y unos medios más igualitarios?

–Si queremos cambiar imaginarios, tenemos que recordar que somos parte de una especie privilegiada, que no por ello puede explotar a otras especies y peor: explotarse entre la propia especie.

–¿Y pensando en políticas para los medios?

–Yo creo que la gran política tiene que ser la educación en lectura crítica de medios. No creo que podamos seguir esperando mucho de los marcos regulatorios. Yo creo que hay que trabajar mucho en la autorregulación, y la autorregulación sólo puede venir de una conciencia crítica.

Sandra López es la coordinadora regional del MMM. Impulsa la concreción del quinto monitoreo mundial, que analiza cómo los medios tratan a las mujeres en más de cien países de todo el mundo. Sostiene que hay que educar en la lectura crítica de medios.
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Sandra López es profesora en Lengua y literatura con maestría en Antropología y en ambiente de Ecuador.
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Sociedad  |  Lunes, 12 de enero de 2015 
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